En esta entrevista hablamos con Jose Antonio Olmo, veterinario Clínico.
Nos explica cómo actuar en caso de que nuestros perros y gatos se rasquen sin parar e identificar si nuestra mascota tiene pulgas.
La manera más sencilla es inspeccionar a nuestra mascota de forma visual o en los cepillos de nuestro perro o gato.
Sin embargo, las pulgas adultas miden entre 1 a 6mm, por lo que puede ser todo un reto encontrarlas en el pelo.
Una alternativa para identificar si nuestra mascota tiene pulgas es buscar rastros de que han estado ahí.
Busca pequeños puntos negros en el pelaje de tu mascota, retira esos puntos negros y ponlos sobre una servilleta humedecida en agua o alcohol y masajéala, si esos puntos negros se convierten en un color rojizo sobre la servilleta, quiere decir que son las heces de las pulgas, que debido a su alimentación a base de sangre, podemos observar que sus heces son sangre parcialmente digerida y ese será el color que vamos a ver. Ese hallazgo indica que hay pulgas en nuestro animal sin necesidad de verlas.

No observar pulgas en el pelo de nuestra mascota, no es indicador de que no las tenga o no esté en ocntacto con ellas. Ya que, solo 1/4 parte del ciclo biológico de vida de la pulga ocurre sobre el animal.
Los huevos, las larvas, las pupas de donde van a salir las nuevas pulgas adultas se encuentran en el ambiente, no sobre nestra mascota. Y se van a mantener allí todo el año.

¿Qué hacer si conseguimos pulgas?
Existe riesgo para los humanos, porque las pulgas pueden alimentarse de cualquier especie animal, incluídas las personas. Suponen un riesgo porque actúan como transmisoras de diferentes enfermedades como gusanos intestinales y algunas bacterias como rickettsias. Por ello, el tratamiento debe colocarse siempore por un facultativo veterinario, el cual va a valorar los posibles signos de enfermedad ocasionados de forma directa o indirecta por las pulgas y también va a determinar el tratamiento más adecuado para nuestra mascota y para su entorno.
Debe ser nuestro veterinario quien nos oriente sobre el producto más adecuado y su forma de adminsitrarlo.

¿En zonas urbanas nuestro perro puede padecer de pulgas o garrapatas?
Sí, en los entornos urbanos, los cambios de temperatura no son tan drásticos como en el campo o bosque, por lo que el ciclo de la vida de la pulga puede continuar por más tiempo que en entornos más desfavorables. Si a esto le añadimos que en nuestros hogares, las condiciones de temperatura que mantenemos son favorables y además existen sitios como mantas, alfombras, sitios de descanso de neustras mascotas, sofás, donde las pulgas pueden resistir a los cambios de temperatura, hace que, si no llevamos un correcto autocontrol de prevenir la presencia de estos insectos, hay una gran posibilidad de que nuestra mascota esté afectada todo el año. Da igual campo, que zona urbana.

¿Qué otros factores pueden provocar los picores en la piel de nustra mascota?
Hay muchas causas como:
Alérgenos ambientales
Contacto con plantas o materiales que producen irritación
Alergias alimentarias
Ácaros (sarna)
Infecciones bacterianas
Infecciones de hongos
Reacciones alérgicas a medicamentos
Picaduras de otros insectos

Por ello, ante la presencia de signos relacionados con picor y en ocasiones también con lesiones de la piel, es imprescindible que un veterinario quien realice una investigación exhaustiva de la pisble causa para dar con el tratamiento más adecuado.
Ya sea por una causa puntual o crónica.

Si se trata de una reacción alérgica a algún alimento, ¿Cómo lo podemos identificar y qué debemos hacer?
La principal prueba de que nuetsra mascota puede presentar una reacción adversa al alimento es realiza rlo que se conoce como dieta de eliminación.
Lo importante es que no se utilicen muchos alimentos, esta dieta la lleva a cabo un veterinario, quien investiga las alteraciones dermatológicas que presenta, valorar si la posible causa pudiera estar relacionada con el alimento, y antes de empezar esa dieta, se debe conocer el historial alimentario de nuestra mascota.
Luego lo que haríamos sería mantener una dieta de proteína novel, una proteína que no ha tomado nunca, o una dieta de proteína hidrolizada, al menos durante 6 a 8 semanas, y ver si todos o parte de los problemas que ha presentado nuestra mascota han desaparecido. Luego se debe introducir una dieta de provocación, para ver si al volver a su dieta habitual, vuelven a aparecer esos signos clínicos.
Entocnes allí tendríamos más certeza si la dieta ejerce un factor importante en esa reacción, siempre con un alimento de calidad.